Bienvenido, Mister Marshall

Crónicas del cine español. Bienvenido, Mister Marshall, Berlanga.

Una película que cumple setenta años y que siempre es bienvenida. A través de la obra cumbre de Luis García Berlanga, doy por inaugurado este blog, Crónicas del cine español, para reivindicar y posicionar nuestra cultura cinematográfica desde mi más humilde punto de vista. No es el título por el que ahora se celebra el Día del Cine Español, 6 de octubre, pero sí es el director que más hay que revindicar: Berlanga. Un director del que hace meses celebramos su centenario y que destacó en los más populares festivales de cine europeos y que desearía siguiese siendo lo más emergente que pueda. Una filmografía la del valenciano rica, variada, nutrida en recursos e imperfecta. Y disfrutable, mucho. Además, cronológicamente. 

Quiero, en este blog, pregonar el cine español. Al igual que se dirigía al pueblo el magnífico José Isbert, alcalde de Villar del Río, quiero ser voz del discurso del cine, ya sea por escritos que iré incluyendo aquí o añadidos que sumaré provenientes de otros formatos y soportes (no descarto incluir videos, tiktoks o audios, en función de lo que pida la temática). 

Con respecto a la película que no nos cansamos de ver. Advertencia: nadie puede seguir leyendo este post si no ha visto este clásico cinematográfico. Lo siento, pero esta película es no solo esencial para entender la España de la época, también lo es para entender nuestro cine. Y sí, es en blanco y negro, porque es de principios de los cincuenta. Y no, no se puede ver en color. Y no, por favor, jamás se debería colorear. No le hagáis a Bienvenido, Mister Marshall ese fastidio. 

Para la extraña generación que no la ha visto aún, os la resumo, pero aún así la tenéis que ver. Fernando Rey puso voz al narrador externo que describía el pueblo y a los habitantes, que supongo serían "villarenses". Se les avisa, mediante el edil de la visita de unos diplomáticos americanos de una comitiva directa del Plan Marshall a los que deberán recibir con honores. Ansiosos por ver si pueden, por fin, superar las problemáticas causadas por la guerra, el pueblo prepara la visita de los forasteros con canticos de la mismísima Carmen Vargas (Lolita Sevilla), además de reservar los más suculentos manjares y festines. Pero los americanos llegan y pasan de largo. Adiós al sueño americano, adiós a las alegrías, demos la bienvenida del pueblo a las penas, a la vida, a la rutina. Pero a lo que debemos sumarle la frustración, que acompañó a la sociedad española durante dos décadas más aún. 

Por lo tanto, a través de este post ya tenéis dos tareas: una, seguidme apuntaros esta dirección a favoritos; y dos, ver la película y comentadla conmigo (me vale que la hayáis visto y queráis volver a verla, incluso me vale también que se vea por trigésimo quinta vez). ¿Cuántas veces la habéis visto? Contadme en comentarios. 
Gracias, doy la bienvenida a todo el público cinéfilo. 

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