'La colmena': el proyecto más ambicioso del cine español

'La colmena': el proyecto más ambicioso del cine español

La película de Mario Camus, adaptación de la novela homónima de Camilo José Cela, celebra su cuarenta aniversario

Hace cuatro décadas Maruja Torres escribió en El País de la recién estrenada cinta de Mario Camus que se trataba de “uno de los proyectos más ambiciosos que había abordado, hasta el momento, el cine español”. El 11 de octubre de 1982 se estrenaba en Madrid La colmena, logrando el casi millón y medio de espectadores y una recaudación de 342 millones de pesetas. La periodista quiso hablar con su director sobre el éxito de la película, pero éste se negaba a responderle: “Que no, que yo no opino, yo solo hago películas. Y además quiero dormir, dormir y dormir”. Torres insistió una segunda vez, pero la conversación fue parecida: “Pues mira, no, sigo sin querer hablar de la película, sigo queriendo dormir y además ya lo estaba consiguiendo, y además tenía un sueño divertidísimo. Si quieres te lo cuento, pero de la película no”, recogía el diario sobre el estreno del filme. Ante la negativa del director de hacer declaraciones, el autor de la obra y el productor de la película se convirtieron en las caras visibles de la promoción. José Luis Dibildos fue el artífice del proceso. Suya fue la idea de adaptar la obra de Cela. Al principio, quiso hacer una teleserie de seis episodios para Televisión Española y dirigida por Gonzalo Suárez, pero al final, fue una película y recayó sobre Mario Camus. “Viví ese Madrid y soy su admirador desde siempre”, declaraba Dibildos horas antes de la primera proyección en la capital. Cela tenía mucha confianza en el productor porque ya había adaptado a la televisión La familia de Pascual Duarte (otra obra suya) y la convirtió un éxito sin precedentes. “Me gusta mucho, me parece magnifica y creo que tendrá éxito”, dijo el autor y ayudante de guion. El escritor fue parte del proceso de adaptación y estuvo muy implicado en la obra y no solo detrás, sino también delante. Aceptó formar parte del lujoso reparto haciendo una fugaz aparición (lo que ahora llamaríamos cameo) como lingüista e intelectual dispuesto a enriquecer el léxico de nuestra lengua. 

Retrato de la sociedad española 

'La colmena': el proyecto más ambicioso del cine españolCela escribió esta novela a mediados de los años 40 del siglo pasado. Permaneció algo más de un lustro metida en un cajón hasta que al fin pudo ver la luz en Buenos Aires (Argentina) en 1951, porque la censura española había prohibido su publicación. Fue Manuel Fraga, entonces secretario general del instituto de Cultura Hispánica, quien intercedió para que el escritor pudiera publicarla en su país natal. La colmena salió a la venta en España en 1955. Era una obra atípica. No seguía la estructura narrativa habitual, tampoco había un protagonista aventurado ni un argumento definido. Más bien, una sucesión de tramas protagonizadas por personajes cuyas vidas estaban entrelazadas. “No hay mensaje de ninguna clase. Es un reflejo de un momento histórico determinado en un ámbito geográfico determinado. En este caso, Madrid en el año cuarenta y tantos”, aclaraba el autor. La colmena, retrato de la sociedad española de la posguerra, congregaba a más de 160 personajes (260 según la cuenta que hizo José Manuel Caballero) que iban apareciendo durante sus casi 400 páginas. En la película no pudieron ser tantos los rostros y el número se redujo considerablemente a los sesenta caracteres. “La gran dificultad era elegir qué se quedaba y qué no. Después había que construir toda la historia para que el espectador no se perdiese y eso es mérito narrativo, pero también técnico que, por supuesto, construyó perfectamente Mario Camus”, dice Carlos F- Heredero, historiador de cine español. Historias miserables, discriminatorias, pícaras, tiernas y temidas. Todas vividas por pobres poetas, burgueses o marginados que peregrinaban en el céntrico café de Doña Rosa. Al igual que de La colmena, de aquella cafetería se entraba y salía, se trabajaba y se malvivía, se luchaba por sobrevivir. 

Los habitantes de La colmena

Fiorella Faltoyano fue Filo, la servicial y caritativa hermana de José Sacristán, al que daba de comer e incluso planchaba las camisas porque sus anhelos de querer ser escritor no se hacían realidad. “Aunque mi personaje era pequeño, fue uno de los trabajos que más satisfacciones me ha dado en mi carrera”, decía la actriz, que había recibido la propuesta de la mano del productor, pero no había hablado con el director sobre su participación. “Necesitaba estar segura de que yo le parecía bien para el papel. Me contestó que estaba encantado y seguro de que lo haría muy bien. Trabajar con Mario era muy sencillo”, añade sobre su relación con el realizador. Cuando le enumeran la lista de compañeros de la película: José Bódalo, Agustín González, Ana Belén, Victoria Abril, José Sazatornil, Mary Carrillo, Paco Rabal, José Luis López Vázquez... ella responde: “Sí, sí. El reparto era espectacular y estaban casi todos los actores que eran alguien en el cine español”. 


'La colmena': el proyecto más ambicioso del cine español
José Sacristán y Concha Velasco en La colmena.
            

José Luis Dibildos no solo se empeñó en hacer un cine nuevo y diferente, que lograse un equilibrio entre lo intelectual y lo comercial, sino que consiguió a todo el glamuroso séquito de actores y actrices del momento, a los que él admiraba, pero también los que el público demandaba. “En esta película hay que hacer vivir durante 112 minutos a sesenta personajes, y de haberme decidido contratar a sesenta genios desconocidos, el público se hubiera perdido. Era absolutamente necesario que gran parte de los actores fueran reconocibles por su cara, porque el espectáculo está en ellos. Y tenían que ser muy buenos para que dieran una adecuación perfecta a los personajes”, se manifestaba el financiador de la cinta. José Sacristán no dudó ni siquiera un segundo. Incluso tuvo que abandonar la obra de teatro que hacía con su amiga y colega Concha Velasco. El de Chinchón fue el primero en llegar al proyecto. Le entusiasmó tanto que puso en contacto a director y productor, porque para el actor suponía su salto al cine de calidad. Pasaba de las burdas comedias a protagonizar una adaptación literaria. Él era Martín Marco, un aspirante a escritor que no podía lograr su sueño de vivir de las letras y deambulaba por el Madrid de la posguerra aceptando que sus ideas no eran permitidas. “A Dibildos le debo mis mejores papeles de protagonista y estoy agradecido por la consideración que me tuvo como actor, en un momento difícil del cine español y cuando nadie me tenía en cuenta”, declaró sobre el productor. La Velasco fue más reacia a decir sí. Todo gracias al mérito persuasorio del productor, que abordaba a la actriz en su camerino día sí día también. Ella le decía que no, que necesitaba descansar, que una función diaria le tenía exhausta y tenía que parar. Pero él ya tenía en mente que debía encarnar a Purita, la ilustrada prostituta que inicia una relación con Sacristán.

Charo López: “A Mario Camus le dije que sí a todo” 

Una secundaria intervención es la de Charo López, que interpretaba a Nati Robles. “Me llamó Mario Camus, que era amigo y compañero porque ya habíamos trabajado juntos. Me dijo si había leído La colmena y si me había gustado el personaje de Nati. Le dije que sí a todo y me propuso hacerla”, me decía la actriz cuando le pregunté sobre la película. “Era una maravilla, la querindonga que se había librado de Sacristán y ahora vivía divinamente”, añade sobre su personaje. “El rodaje fue una maravilla. Lo recuerdo y me emociono enseguida. Tengo tan buen recuerdo de Mario, le quise tanto”, confiesa intérprete mientras me pide permiso para ausentarse unos segundos y secarse las lágrimas. 



Berlín no paraba de aplaudir

Al Festival de Cine de Berlín viajaron el director, Mario Camus, y tres de sus muchos actores: Paco Rabal, Emilio Gutiérrez Caba y Fiorella Faltoyano. “Acabó la película y la ovación no paraba. Aplaudían sin parar. Recuerdo que todos nos miramos sorprendidos”, añade la interprete. La actriz Jeanne Moreau era la encargada de entregar el Oso de Oro (el máximo galardón del certamen) y aunque le costó un poco pronunciar el nombre del cántabro era, según dicen, el premio más claro y unánime que se recuerda hasta la fecha. El propio realizador confesaba “no sentirse sorprendido por haberlo recibido”. Aprovechó su estancia en Alemania para defender el cine español en el complejo panorama internacional. “Tenemos a veces muchos complejos. Creo que el cine español puede hacer un excelente papel en el panorama del cine europeo. Disponemos de excelentes operadores, de técnicos de gran profesionalidad y conocimiento. Y como en La Colmena se comprueba una vez más, hay en España un magnífico panorama de actores. A ellos se debe el que esta película conecta con todos los espectadores”, sentenciaba a los periodistas allí presentes.

Comentarios

Entradas populares